Podemos e Izquierda Unida alcanzaron el
pasado lunes un acuerdo para presentarse en coalición a las
elecciones generales que se celebrarán el próximo 26 de junio. Bajo
el propagandístico nombre de Unidos Sí Se Puede, Podemos fagocita a
la desesperada Izquierda Unida. Con el mismo discurso de siempre,
pretenden hacer ver a los españoles que el pacto ha sido ideado con
el fin de convertirse en una vía común que pueda canalizar el voto
de las "mayorías sociales". Sin embargo, la confluencia
perseguía, desde el principio, otros fines mucho más egoístas por
parte de ambas formaciones.

Por otro lado, Alberto Garzón necesita
la coalición como agua de mayo, pues con una deuda millonaria a sus
espaldas, Izquierda Unida no puede afrontar unas nuevas elecciones, y
por ende no puede tratar de convencer a los españoles para que voten
nuevamente a la izquierda caduca que nunca en su historia ha
conseguido su principal propósito de desbancar al PSOE. Para Garzón
y los suyos, ese objetivo carece ya de realismo y por tanto de
prioridad, y lo primordial pasa a ser la conservación de su
patrimonio político, asegurando la perpetuidad de sus cómodos
sillones, preocupándoles entonces más el fin que los medios. Todos
estos años de izquierda inmovilista y acomodada han llegado a su
fin, y su verdadera moral se deja entrever tras el montaje de Jon
Snow con el que Garzón se quiere vender como lo que nunca consiguió
ser: un luchador y férreo defensor de sus ideas. Las negociaciones
no giraron alrededor de la política social que tanto mencionan en
sus discursos, sino que la principal exigencia de los de Garzón
resultó ser el reparto del pastel electoral. Así es, el líder de
Izquierda Unida pidió a Podemos una sexta parte de los diputados que
se lograran extraer del voto de los españoles el 26-J, quedando una
vez más la emergencia social de la que son gestores en un segundo
plano.
La democracia interna tampoco parece
ser el punto fuerte de esta coalición. El reparto de puestos en las
listas de Unidos Sí Se Puede ha sido decidido por la directiva de
ambas formaciones, sin el ejercicio democrático de unas elecciones
primarias, en las que tengan por seguro que ganaría Garzón. Pablo
Iglesias tuvo, a la hora de negociar, la suficiente perspicacia como
para repartir a dedo lo que nadie había elegido, otorgando al líder
de IU el puesto número cinco en las listas por Madrid, decisión que
su nuevo aliado no debe cuestionar si no quiere que se rompa el pacto
y caer así en el olvido. Vemos pues, cómo a Alberto Garzón no
parece importarle tanto la carencia democrática de su ya compañero
de partido. Ni a él ni a sus bases, que no han dicho ni una sola
palabra al respecto. Tampoco parece ser de enjundia la supuesta
financiación por parte del chavismo a Pablo Iglesias, que, según
publicó Okdiario, suman más de 270.000$ ingresados en un paraíso
fiscal a nombre del líder de la formación morada. La horda tuitera
afín a Iglesias y los nuevos socios electorales de Podemos se
limitan a dar crédito a lo que dice su líder, que, obviamente
desmiente las informaciones amenazando con una querella a Eduardo
Inda, sin otorgar el beneficio de la duda y pensar por un momento que
la corruptela de Podemos puede ser una realidad. Lo curioso es que
Iglesias no tome medidas judiciales contra el Presidente de la
Asamblea de Venezuela, que también confirmó vía Twitter el
supuesto pago.
Podemos ha hecho de su competidor su
fiel aliado, que le reportará un buen puñado de votos si las
previsiones son correctas, convirtiendo así a Iglesias en líder de
la oposición. Aliado al que no se le permite discutir las decisiones
tomadas por su jefe, y que se tendrá que conformar con las
suculentas migajas de poder que llevaba tanto tiempo sin degustar.
Aliado que se ha vendido por una limosna, y al que tarde o temprano,
la ambición le traerá las pertinentes consecuencias.
El problema mas grave de todo esto es que lo hacen solo por atraer el voto fanatico de la izquierda y asi llegar al poder cuanto antes,ni mas ni menos.El pueblo y lo social les importa un bledo.
ResponderEliminarMe juego un brazo de que es asi.